Llevo 14 minutos mirando la pantalla sin escribir nada

 Es posible que yo haya nacido con doble pecado original, no que ambos sean míos sino más bien que uno es inherente a mi persona y el otro es algo más arbitrario en cuanto a quién le pertenece.

Pero de cualquier forma, lo tengo a cuestas.


Me desespera lo lento que me está consumiendo el hartazgo, y solo por momentos deseo una muerte violenta: quiero conducir escuchando una canción ridícula de pop ochentero y estrellarme en la Glorieta de Camarones. Que mis vísceras sean eyectadas y que las fotografías de mi magullada carne adornen la portada del primer CD de un proyecto malísimo de brutal death metal. Solo entonces podré sentarme a descansar y suspiraré satisfecha.


Pero habrá que conformarse con lo que hay.


All the lonely people. where do they all belong?



Comentarios